Entrante
Si bien maridar un café con un plato salado puede parecer complicado, ¡no es imposible! Pruebe, por ejemplo, combinar una galleta salada con roquefort con un café amargo y con aromas a nuez, ¡el resultado le sorprenderá! El olor a nuez se debe principalmente al sotolón y, en menor medida, al acetaldehído, ambos identificados en el café. Aunque su presencia no es muy común, es importante aprender a detectarla en numerosas producciones brasileñas, donde aporta, tanto en nariz como en boca, una astringencia apreciada por los consumidores.
Postre
No es de extrañar que el café y el chocolate combinen tan bien: comparten muchos compuestos, como las tiazoles y las pirazinas, que contribuyen claramente a su aroma. Sin embargo, descubrirá en el libro *Le Nez du Café* que este delicioso perfume solo aparece en ciertas zonas de producción. Éric Verdier, uno de los coautores de la obra y un catador excepcional, lo ha encontrado particularmente noble en el Hawaii Kona. En África, está presente en la República Democrática del Congo, en Uganda y en Zimbabue. En América Central y América del Sur, su presencia es indiscutible en los maragogipes mexicanos, pero rara en Colombia.