Una herramienta para todos, especialistas o principiantes
- Le gusta beber vino, pero no sabe nada sobre ese mundo. Le encantaría un método de aprendizaje sencillo y pedagógico para ayudarle a identificar mejor sus gustos y saber elegir con conocimiento a la hora de comprar.
- Aficionado ocasional o conocedor y experto, busca usted un libro para perfeccionarse como catador, siendo capaz de describir un vino con precisión e indicar su procedencia y su edad.
- Estudiante o profesional de la cata, sumiller o enólogo, necesita una herramienta de trabajo para ejercitar su olfato regularmente y enriquecer su memoria olfativa.
- El vocabulario especializado y codificado por los especialistas le asusta o le aburre. Le gustaría un enfoque sensorial y lúdico.
- Desea hacer un regalo a un aficionado que cuenta ya con todo el material necesario. ¿Podría regalar algo que sea más original que una botella y más inteligente que un sacacorchos?
¿Se siente reflejado en alguna de estas propuestas? ¡El cofre de aromas Le Nez du Vin está pensado para usted!
Utilizados como herramientas de trabajo o como juegos, los cofres de aromas son perfectos para todos los catadores, profesionales y aficionados.
Entrene su olfato
El olfato es un elemento clave de percepción del sabor y es un sentido esencial en la cata.
Sin embargo, es difícil identificar las notas que emanan de una copa de vino. ¿Alguna vez ha tenido la sensación de conocer sin poder reconocerlo? ¡Es lo más normal! De la misma manera que aprendimos a leer, escribir y contar, oler requiere un aprendizaje.
Le Nez du Vin, aclamado por los profesionales como una herramienta de trabajo, sirve también como un juego al alcance de todos. En pocas semanas, sin duda, será capaz de distinguir, nombrar y memorizar los aromas.
Pero, «¿de qué sirve?»
Mejore rápidamente en la cata
En primer lugar, reconocer los aromas del vino enriquece el vocabulario de la cata.
Expresar con palabras las sensaciones aumenta el disfrute al beber y facilita el intercambio con otras personas.
Los aromas del vino revelan información sobre sus variedades de uva, el terruño, la vinificación, la crianza y su edad.
Se han identificado entre 700 y 1000 compuestos aromáticos volátiles en el vino. Le Nez du Vin distingue las notas frutales, florales, vegetales, especiadas, animales y tostadas. Los aromas también se clasifican según el momento en que aparecen. Los llamados aromas primarios (o varietales) resultan de la uva y de su entorno. Dependen de la variedad de uva (cepa), del terruño o incluso de la añada. Mencionemos las metoxipirazinas, con sus efluvios a pimiento verde. Asociado principalmente a las variedades de uva Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon, este grupo de compuestos es un indicio de que las uvas fueron cosechadas antes de su plena madurez.
Los aromas secundarios aparecen con la vinificación. Dependen de las levaduras, de las bacterias y de las condiciones de fermentación. El acetato de isoamilo, con sus notas a plátano, por ejemplo, es producido por las levaduras al inicio de la fermentación. La maceración carbónica, practicada en el Beaujolais nouveau, también favorece su síntesis.
Los aromas terciarios, por su parte, se desarrollan durante la crianza y el envejecimiento en botella. El eugenol, con su aroma a clavo de olor, forma parte de los compuestos que el vino adquiere de la barrica de roble.
Conviértase en el Sherlock Holmes del vino
En Le Nez du Vin, los materiales (libro, cartas o fichas) que vienen con los frascos le sirven de guía. Al proporcionar, según el tipo de uva y el viñedo de Francia y de todo el mundo, una lista de notas características, conectan los aromas con las botellas que usted va abriendo. Para llevar a cabo apasionantes investigaciones aromáticas en sus próximas catas, gracias a su buen olfato.
Puesta en situación. Le ofrecen una copa de vino blanco. Mediante la práctica regular con nuestros pequeños frascos, detecta usted toques de tila, avellana tostada, mantequilla y vainilla. Son indicios valiosos. El libro le enseñará que ese perfil aromático es muy característico del Chardonnay, que el sabor a mantequilla de los vinos es producido por el diacetilo, una molécula que se forma durante la fermentación maloláctica. También que suele haber un sabor a vainilla en todos los vinos criados en barricas de madera. ¿Será un vino de Borgoña? ¡Elemental, mi querido Watson!
Refine sus gustos
Como neófito, aprecia los vinos blancos muy perfumados. Con Le Nez du Vin sabrá que puede decantarse sin temor por la variedad Gewürztraminer y las distintas cepas de la familia de los moscateles. ¿Su punto común? Su riqueza en monoterpenos, compuestos muy aromáticos, desde la propia baya de la uva, que perfuman a rosa y lichi, a lirio de los valles o incluso a citronela.
Además, dominar las gamas olfativas puede ayudarle a crear maridajes de comida y vinos sin errores. De hecho, los aromas pueden guiar la conexión entre la botella y el plato que la acompaña (es mejor partir de la bebida para componer el menú que al revés). Cabe destacar que el maridaje no debe guiarse necesariamente por el elemento aromático predominante, sino por una nota bien distinta. Aquí encontrará algunos ejemplos.
Sabores y olores
54 aromas, 12 aromas de vinos tintos, 12 aromas amaderados, 12 aromas de defectos, Editions Jean Lenoir crea cofres de aromas para todos los gustos y niveles.
Para encontrar el más adecuado a sus necesidades y deseos, descubra toda la colección du Nez du Vin.